La histerectomía laparoscópica es una de las técnicas usadas en cirugía para extirpar el útero. La histerectomía en hombres trans o en personas no binarias identificadas como mujeres al nacer, es una intervención que puede formar parte de las opciones de cirugía de afirmación de género. Aunque, como todas las opciones que existen para realizar el tránsito, no es un paso obligatorio. Sin embargo, para muchas personas puede representar un avance importante en la alineación entre su identidad de género y su cuerpo.
En España, la legislación actual permite a las personas trans someterse a una histerectomía sin necesidad de un informe psicológico ni tratamiento hormonal previo. Esto permite que cada persona decida el momento más adecuado según sus necesidades y circunstancias.
¿Qué comporta una histerectomía laparoscópica?
En términos médicos, la histerectomía laparoscópica implica la extirpación del útero, y en muchos casos también de las trompas y los ovarios (salpingo-ooforectomía). Esto último tiene un impacto directo en la producción hormonal: los ovarios generan estrógenos y otras hormonas que, al ser retirados, dejan de producirse de forma natural. En hombres trans que ya reciben terapia de hormonación con testosterona, este cambio suele estar controlado, pero requiere un seguimiento médico adecuado para prevenir problemas como la pérdida de masa ósea o alteraciones en el metabolismo.
Una histerectomía reduce o elimina el riesgo de ciertas patologías ginecológicas como miomas, endometriosis, cáncer de útero u ovario. Pero supone la pérdida completa de la fertilidad.
También suele realizarse en hombres trans o personas no binarias identificadas como mujeres al nacer como paso previo a una cirugía de afirmación genital.
Histerectomía y fertilidad
Como hemos comentado anteriormente, uno de los aspectos más importantes a considerar antes de la histerectomía es la posibilidad de tener hijos biológicos en el futuro. Incluso si en el momento de la cirugía no se desea ser padre, es recomendable informarse sobre las opciones de preservación de gametos.
Entre las alternativas están la criopreservación de óvulos o de embriones – esta última requiere esperma de pareja o donante -, así como la congelación de tejido ovárico – menos frecuente y reservada para casos específicos. En España, la ley permite que los hombres trans utilicen sus gametos en tratamientos de reproducción asistida, independientemente de su identidad legal.
Histerectomía por laparoscopia y otras técnicas
La histerectomía puede llevarse a cabo por diferentes vías. La elección depende de la anatomía, las cirugías previas, la experiencia del equipo médico y si se realizan otras intervenciones al mismo tiempo.
Histerectomía laparoscópica
Esta suele ser una de las técnicas más utilizadas en hombres trans. Se realiza a través de pequeñas incisiones en el abdomen, utilizando una cámara para guiar la cirugía. Este tipo de intervención suele producir un menor dolor postoperatorio, menos riesgo de adherencias internas y una recuperación más rápida.
Está también indicada cuando se extirpan también ovarios y trompas. Además, puede combinarse con otras cirugías, aunque también puede hacerse en un procedimiento independiente para facilitar la recuperación.
Histerectomía vaginal
Otra posibilidad es la histerectomía vaginal, que no requiere incisiones externas y suele permitir una reincorporación más rápida. Sin embargo, no siempre es viable, pues no siempre es viable en personas que no han tenido partos vaginales o en personas con una anatomía estrecha. Además, en algunos hombres trans los cambios en el tejido provocados por la testosterona pueden dificultar este abordaje.
Histerectomía abdominal
En casos más complejos, o cuando hay cirugías abdominales previas, se opta por la histerectomía abdominal abierta, que implica una incisión más amplia en la zona baja del abdomen (parecida a la de una cesárea) y una recuperación más lenta que en las opciones anteriores.
En algunos centros también está disponible la histerectomía robot-asistida, que ofrece gran precisión, aunque no está tan extendida por su coste.

¿Cuándo se suele realizar la histerectomía laparoscópica?
No existe un único momento ideal para todas las personas trans. La decisión depende de diferentes factores, como el estado de salud general, la situación emocional, el tipo de transición que desea la persona, el plan quirúrgico (si lo reclama) global y, muy especialmente, del proyecto reproductivo. Si existe el deseo de tener hijos biológicos en el futuro, es fundamental valorar opciones de preservación de la fertilidad antes de la cirugía.
También se puede realizar la histerectomía en hombres trans por motivos médicos, como endometriosis, miomas o sangrados abundantes, o como parte de la preparación para cirugías de afirmación genital como la metoidioplastia o la faloplastia.
Habitualmente, muchos hombres trans o personas no binarias identificadas como mujeres al nacer deciden realizar la histerectomía después de haber iniciado el tratamiento con testosterona, aunque no es un requisito legal ni médico. La decisión dependerá exclusivamente de la persona trans y por ello es imprescindible que esté bien informada por un equipo especialista como IM GENDER.
Recuperación y cuidados de una histerectomía
La recuperación varía según la técnica empleada. Después de una histerectomía laparoscópica o vaginal, la reincorporación a las actividades habituales suele producirse en tres o cuatro semanas después de la cirugía. En el caso de la cirugía abdominal abierta, el tiempo de recuperación suele ser más largo, de entre seis u ocho semanas.
Durante la recuperación postquirúrgica es muy importante seguir las recomendaciones del equipo médico. Una vez el médico le dé el alta hospitalaria, se recomienda:
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- Evitar esfuerzos intensos, como coger peso o hacer deporte de impacto.
- Hacer reposo relativo, permanecer demasiadas horas estirado puede ser contraproducente. Es mejor hacer pequeños paseos moviéndose suavemente.
- Cuidar la higiene de las incisiones
- Acudir a las revisiones programadas.
La histerectomía laparoscópica en hombres trans, así como la vaginal o abdominal abierta son técnicas que permiten eliminar el útero. La técnica dependerá de las características de la persona y de la decisión del equipo médico. Sin embargo, la decisión sobre cuándo y cómo llevarla a cabo debe ser individualizada, teniendo en cuenta el deseo reproductivo y el proceso de tránsito que desee realizar la persona trans.
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