La práctica del “tucking” o trucarse, es habitual entre muchas mujeres trans o personas no binarias como parte de su afirmación de género. Para muchas es una herramienta valiosa para sentirse cómoda con su aspecto físico. Pero, no está exenta de riesgos o de efectos secundarios que pueden afectar la salud escrotal, inguinal o urinaria. En este artículo explicamos qué es el tucking, como se lleva a cabo y dos de las complicaciones más habituales: las hernias inguinales o externalización del canal inguinal y los varicoceles. También daremos a conocer las posibles soluciones.
¿Qué es el tucking o trucarse?
El tucking o trucarse, es una práctica que consiste en recolocar los testículos hacia el canal inguinal y posicionar el pene entre las piernas, o bien, hacia la zona perineal, con el objetivo de reducir el relieve genital y conseguir un aspecto más plano bajo la ropa.
Muchas mujeres trans la utilizan como parte de su expresión de género. Normalmente se utilizan prendas de compresión (gaff), bragas trucadoras o cinta adhesiva médica para mantener la posición. Aunque puede ser útil desde el punto de vista emocional y social, no está exenta de riesgos si se realiza de forma prolongada o con materiales inadecuados.
Tucking parcial o tucking completo
El tucking puede ser parcial o completo. El tucking parcial sólo empuja hacia atrás el pene. Mientras el tucking completo trata de colocar tanto los testículos como el pene hacía atrás, para que no se note ningún bulto al vestir en la zona de la pelvis.
¿Por qué trucarse puede causar problemas de salud?
El canal inguinal es una zona anatómicamente delicada, por donde pasan vasos, nervios y el cordón espermático. Cuando los testículos se empujan hacia esta región y se aplica presión constante mediante ropa ajustada, pueden producirse:
- Irritación o inflamación cutánea.
- Dolor testicular o inguinal.
- Dificultad para la circulación venosa y linfática.
- Riesgo de hernia inguinal o varicocele, sobre todo si existe predisposición anatómica.
- En algunos casos, molestias urinarias o infecciones por el uso prolongado de compresión.
El tucking ocasional y realizado con precaución suele ser seguro, pero el uso continuo o la compresión excesiva aumentan la probabilidad de complicaciones.
Hernias inguinales debido al tucking: una de las complicaciones más frecuentes
Una hernia inguinal se produce cuando parte del contenido abdominal (generalmente grasa o intestino) se introduce a través de un punto débil de la pared de la ingle. El tucking puede favorecer su aparición o agravar una hernia ya existente, especialmente si los testículos se empujan con fuerza hacia el canal inguinal o si se usa ropa muy ajustada durante horas como son las vendas o las bragas trucadoras.
Síntomas que deben alertar
- Aparición de un bulto o protuberancia en la ingle o sobre el pubis.
- Dolor o sensación de presión al trucarse o al caminar.
- Molestias que aumentan al toser, levantar peso o estar de pie.
- Dolor testicular o sensación de “tirantez” en la zona.
Si aparece alguno de estos síntomas, es importante acudir a un especialista para descartar una hernia. En casos no tratados, la hernia puede aumentar de tamaño o, en raras ocasiones, complicarse con atrapamiento intestinal.
¿Cómo se corrige?
La reparación quirúrgica de la hernia inguinal es el tratamiento definitivo. Puede realizarse mediante cirugía abierta o laparoscópica, y ofrece una recuperación rápida.
En mujeres trans que se van a someter a una vaginoplastia, la hernia puede corregirse en el mismo acto quirúrgico o en una intervención previa, para evitar complicaciones durante la reconstrucción genital.
Cuando la paciente no desea una vaginoplastia trans, la cirugía de hernia puede realizarse de forma independiente, con excelentes resultados funcionales y estéticos.
Varicocele:dilatación de las venas testiculares debido al tucking
El varicocele es la dilatación anormal de las venas que drenan los testículos (plexo pampiniforme).
Se asemeja a las “varices” en las piernas, pero localizado en el escroto. Afecta con mayor frecuencia al lado izquierdo y puede producir dolor o sensación de pesadez.
Cuando los testículos se recolocan hacia el canal inguinal, el flujo venoso puede verse dificultado. La presión mantenida sobre el cordón espermático o la posición forzada, puede agravar una insuficiencia venosa preexistente, favoreciendo el desarrollo de un varicocele o incrementando el dolor si ya existía.
Síntomas habituales
- Dolor o sensación de calor en el testículo, sobre todo al final del día.
- Hinchazón o irregularidad palpable.
- Molestias al mantener el tuck durante tiempo prolongado.
- En casos crónicos, afectación de la función testicular o molestias persistentes.
Tratamiento del varicocele
El tratamiento del varicocele puede realizarse mediante cirugía (varicocelectomía) o técnicas mínimamente invasivas (embolización). En mujeres trans, el abordaje se planifica de manera individual:
- Puede hacerse antes de la vaginoplastia para reducir dolor y congestión.
- O bien durante la cirugía de afirmación, aprovechando el mismo acceso quirúrgico.
En ambos casos, la valoración conjunta entre el cirujano de afirmación y el urólogo es fundamental para asegurar la máxima seguridad y preservación anatómica.
¿Cuándo corregir estas complicaciones producidas por el tucking?
Durante la vaginoplastia
Cuando la paciente planea una vaginoplastia próxima, suele recomendarse revisar la región inguinal y corregir hernias o varicoceles en el mismo procedimiento.
Esto permite:
- Reducir riesgos posteriores.
- Evitar una segunda anestesia.
- Optimizar los resultados funcionales y estéticos.
De forma independiente
Si la paciente no tiene previsto realizar vaginoplastia, o prefiere posponerla, las cirugías de hernia o varicocele pueden hacerse de forma aislada, sin interferir con futuros procedimientos de afirmación genital.
En IM GENDER, el equipo médico valora cada caso individualmente para planificar la mejor secuencia quirúrgica y garantizar una recuperación segura.
Recomendaciones sobre cómo trucarse de forma más segura
Estas son algunos de los consejos para trucarse sin exponer tu salud más de la cuenta:
- Usa ropa de compresión suave, sin costuras o cintas demasiado rígidas.
- Evita mantener el tuck durante muchas horas seguidas.
- No duermas con prendas compresivas.
- Si sientes dolor o detectas un bulto en la ingle, consulta a un especialista.
- Realiza descansos regulares y cuida la piel de la zona.
- Si tienes diagnóstico de hernia o varicocele, evita el tucking hasta recibir valoración médica.
Trucarse es una práctica útil para muchas mujeres trans, pero requiere precaución. Las hernias inguinales y los varicoceles son complicaciones que pueden aparecer con el tiempo y, si no se tratan, generar molestias o interferir con una futura cirugía de afirmación.
Si practicas tucking y has notado molestias o estás planificando tu cirugía de afirmación genital, solicita una primera visita con el equipo de IM GENDER.




